Groupie frustada necesita planes malvados para colarse en un concierto de Red Hot Chili Peppers.
Escribo porque es absolutamente necesario e imprescindible. Si no, volvería a mi vida veraniega, cuando me vuelvo más vaga que un cruce entre perezoso y foca de esas gordas que no se mueven, y te miran con sus ojos pequeñitos, moviendo los bigotes como diciendo: ya puede llegar el fin del mundo que yo de aquí no me muevo. ¿Sabéis que focas digo? Pues esas. (Si no eres experto en focas y no sabes de cuáles hablo, quédate sólo con lo de perezoso. Si no sabes que animal es ese, pues... imagina).
Podría encender ahora mismo el modo fanloca/groupie/adolescentehormonada/imbécil hablando de mi reciente obsesión por Zachary Merrick, bajista de All Time Low. Podría hablar de su bajo rosa, de lo increíblemente sexy que está en las versiones acústicas deWeightless o Damned If I Do Ya (Damned If I Don't) para la RMTV (a las que se accede haciendo click), o de lo alucinantemente alucinante que es en un directo como el del Live from Straight To DVD que he visto como unas cuatro veces en estas últimas semanas (y que puede que haya sido lo que ha pulsado el interruptor para pasar de ese #fangirlmodeOFF en el que me encuentro generalmente al#fangirlmodeON en el que me encuentro en este preciso instante). Pero no voy a hacerlo, no voy a escribir sobre todo ello, porque hay algo que me preocupa más. La caza ilegal de focasMe he quedado sin entrada para el concierto de Red Hot Chili Peppers. Sí, hay que añadir un antepasado tortuga a la familia ancestral de ese mutante/animal en el cual me convierto cuando llega el calor. Pero yendo al grano: estoy sopesando varias de las opciones que tengo y no hay ninguna que me llegue a convencer.
Para empezar, el rollo contrabandista me va. Así que si alguien trafica con entradas, que se ponga en contacto conmigo, soy discreta y... bueno, dinero no tengo pero lo consigo. Si una tiene que prostituirse... que todo sea por Anthony Kiedis y el resto de la tropa.
También he pensado plantarme en Barcelona con una entrada de esas de "asiento reservado", que son más baratas y luego colarme en la pista, ya sea corriendo y camuflándome entre los rockeros con melenas y las groupies con pancartas, o bien ir a mi asiento como la niña buena y mona que soy, y luego, en un descuido, saltar a la pista. Que corro el riesgo de romperme una pierna, pero todo sea por verlos de cerca...
Así que estreno dirección de blogger mientras me inicio en el contrabandismo y tráfico de entradas... O sea, que tampoco ha cambiado tanto. Sólo he quitado la parte divertida. Aquello del "sex, drugs and rock'n'roll" se ha quedado en rock. Sin el sexo, sin las drogas y sin el roll.
ofreces servicios sexuales eh? e_e
ResponderEliminarbueno es saberlo
Te acabo de imaginar saltando a la pista y mi descojone en solitario ha sido para verlo.
ResponderEliminarJoo si esque por Anthony Kiedis yo tambien me prostituyo..
ResponderEliminar